Entrevista a Iria Lamas Alsina

Sin Ánimo de Nombre se ha encontrado con Iria Lamas Alsina en la “costa brava” y hemos aprovechado para hacerle una entrevista y conocerla mejor y más cerca.

La joven actriz gallega instalada en Madrid, desde hace 4 años, actúa desde muy jóven y define este trabajo como sagrado para ella. Es su pasión principal, lo que le da vida y crecimiento.  Iria ha estudiado en importantes escuelas de Madrid y ha trabajado en diversos proyectos teatrales y cinematográficos. La jóven actriz no se cansa de trabajar en todo el escenario artístico, lo que le ofrece el mundo de sus relaciones humanas: de modelo a directora de arte, de productora a poeta, de la radio a las performance pasando por la publicidad y presentaciones  de libros...una artista a 360 grados.

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Iria Lamas Alsina: “La misión del actor es romper moldes para producir cambios sociales que mejoren la sociedad en la que vivimos”.

Iria, sé que no eres solamente gallega.
Así es, como dicen en mi pueblo soy charnega, medio gallega y medio catalana. Nacida en el mediterraneo, en Súria, la tierra de mi madre y criada en A Coruña la tierra de mi padre.
Con Cataluña tengo una gran relación porque toda mi familia es de ahí y el vínculo que tengo con ellos es muy fuerte, tanto es que con 18 años decidí ir a vivir a Barcelona para estudiar periodismo y ciencia políticas. La verdad que siempre me he sentido de dos lugares: gallega y catalana.

¿Qué significa para ti ser actriz?
Para muchas personas la manera de encontrarse es viajar, escribir, reflexionar. En cambio mi manera de crecer humanamente es actuar. Cada vez que cojes un papel diferente haces un crecimiento personal interior y te trabajas a ti misma. Eso es para mi ser actriz, estar en continua posibilidad de crecimiento para ofrecerles a los demás las conclusiones a las que llegas con tu trabajo.

¿Qué función tiene el actor en el social?
El actor tiene la oportunidad de desarrollar una gran función social.Gracias a esta vocación tengo la oportunidad de llegar a las personas y ayudarles a pensar, a comprender mejor al ser humano, a reflexionar sobre la vida y sus temas existenciales. Para mi, la misión del actor es romper moldes para producir cambios sociales que mejoren la sociedad en la que vivimos. Mi deseo es hacer pensar a las personas, hacer que se desarrollen encontrando respuestas en su vida cotidiana.
El teatro, además de ser un lugar de diversión y entretenimiento, es como una medicina o terapia social que podemos utilizar y que debemos utilizar responsablemente para sanar y eliminar tabús en la sociedad.

Iria en "A proposito de la revolución" de Julia Pardal

¿Sé que tus maestros madrileños han sido Cristina Rota y Darío Facal. ¿Cuánto debes a cada uno de ellos y cuál es el agradecimiento más grande que sientes de darles?

Iria en "El método  Gronholm" de Quim Casas.

Me gustaría nombrar a mis primeros maestros de teatro: Loli Fernández, mi profesora del colegio que me ha regalado la pasión para el teatro y las primeras experiencias con la profesión; y Quim Casas mi profesor de la universidad, junto al que trabajé durante cuatro años en Barcelona.
Cuando acabé las carreras, decidí ir a estudiar a Madrid en la escuela de Cristina Rota, ella me ha ayudado a desbloquearme y a volver a educarme sensioralmente, volver a entender que tengo un cuerpo y la importancia de la sensualidad a la hora de actuar,  con Cristina aprendí  a volver a mi niña para entender como funcionan mis sentidos y quién soy yo verdaderamente.
En cambio Darío me ha enseñado lo que es el oficio de ser actriz, como trabajar con las actividades, la importancias de los impulsos, de estar con el otro para actuar, entender que para actuar no tengo que partir solo de mi sino que hay que fijarse en el otro, como una partida de ping-pong en la que lanzas un impulso y recibes otro. El teatro no es un trabajo solitario sino con otras personas y es importante estar alerta, escuchar para entender y recibir a la otra persona.

Iria de sirvienta en "Inside"

En fin, estoy muy agradecida con los dos porque han sido mis maestros y son las personas con las que he aprendido y las que me han transmitido muchísimo amor por el teatro....y mucho respeto por la profesión. Rota me dio la oportunidad de participar en “La Katarsis del Tomatazo”...un espectáculo que se realiza todos los fin de semanas en la Sala Mirador, ahí teníamos la posibilidad de tener un contacto directo con el público lo cual me ha formado mucho en la improvisación. A Darío le tengo que agradecer, sobretodo, la oportunidad de trabajar en “Inside” en el interior del Hotel Intercontinental de Madrid.Un proyecto traído a Madrid de la compañía “PopUp Theatrics”, un nuevo formato de teatro que ya había funcionado en Nueva York. Una mezcla de macro y micro teatro: macro porque era en un espacio enorme donde los espectadores hacían un recorrido desde la recepción del hotel hasta el sótano; y micro porque los espectadores venían de dos en dos y era como si estuviéran metidos dentro de una peli.

¿Es para ti una desventaja tener tantos actores en la misma ciudad, como la de Madrid, o puede ser un potencial muy fuerte e importante para todos vosotros?
Para mi es una ventaja, porque el teatro es un trabajo colectivo y el hecho que nos encontremos tantos actores juntos nos da la ocasión de poder enfrentarnos, mejorarnos y crear nuevos proyectos. En Madrid hay gran cantidad de perfiles, actores de distintas procedencia y diferente experiencia y formación. Es seguramente un potencial enriquecedor para todos nosotros. En ciudades pequeñas, es verdad que hay menos competencias, pero las oportunidades son menores, así como la posibildad de juntarse y crecer. El teatro es como los deportes de equipo, cuantos más jugadores hay...mejor.

Iria en "Mate y aceite de oliva" de Omar Coello.

¿Cómo evalúas el escenario artístico actual (cinematográfico y teatral) en España y sobretodo en Madrid?

Iria con su compañeros de escuela

Creo que en España hay mucho potencial y muy buenos actores bien formados. Es cierto que muchas veces es difícil ser justo a la hora de evaluar la calidad de un actor. Hay muchos factores que influyen, pero en el fondo lo importante es llegar al público y por eso no hay ningún título académico o formación especial.
En mi vida cotidiana me relaciono casi exclusivamente con actores, y ahora en este momento me doy cuenta que en Madrid estamos viviendo un  tiempo de cambio. La misma crisis que puede aparecer como una desventaja,  nos ha hecho espabilar y darnos cuenta que en vez de estar esperando trabajo sentados en casa podemos generar ocupación nosotros mismos sin la ayuda de nadie. Los actores somos creadores y el momento social que vivimos nos ofrece la oportunidad de juntarnos para proyectar y crear. Además Madrid te ofrece muchos espacios para actuar y es fácil conseguir una sala para que te venga a ver el público..creo que Madrid está viviendo un momento de explosión cultural.


Drama, ironía, risas... ¿cuál es el papel más apto a tus características y donde te sientes más cómoda?
Me siento cómoda tanto con el drama como en la comedia..creo que tengo más facilidad con la comedia, de hecho mis profesores dicen que tengo una vis cómica natural, pero a ser sincera, me da mucho placer también la tragedia...no podría elegir...me gusta hacer de todo.


¿Te sientes más verdadera en el Teatro o detrás de la cámara?
Para mi el teatro tiene algo muy especial, me emociona mucho más pensar en algo que se hace en el momento con el público y eso genera como un momento mágico, sagrado y único.  También el cine tiene su magia pero el hecho de tener el público de frente es algo que me motiva y coloca de una manera diferente.. especial. El teatro me hace expresar de una forma más potente y verdadera....”yo soy actriz de teatro”...

Iria con el equipo artístico de "Tienes un móvil" de Roberto Lolo

La obra que más te ha dado a nivel personal.
Para destacar la que más me ha aportado a nivel personal  es la última obra “Por las Diosas” interpretada por nuestro colectivo cultural “Las Hijas de Baubo” y dirigida por Esther Marín donde he sido asistente de dirección.

Iria con el grupo artistico del colectivo cultural "Las Hijas de Baubo"

¿Quieres hablarme entonces de ese último proyecto en el que has colaborado? ¿Quienes son “Las Hijas de Baubo”?.
Este último proyecto nace como fruto de la casualidad. En principio tenía que trabajar con un escritor para montar una performance, pero cuando vi el espacio del SanFest, un monasterio del siglo XII (hablo del Monasterio de Monsalud ubicado en Córcoles – Guadalajara), empezé a soñar con la posibilidad de poder montar una obra de teatro en el interior de ese lugar espectacular. No tengo experiecia en dirección y gracias a un amigo conocí a Esther, una mujer con mucha experiencia y fuerza que hizo un trabajo impresionante...y con ella formamos un equipo de nueve mujeres y creamos la obra: “Por las Diosas”.
Las Hijas de Baubo nacen como fruto de la idea misma, hablamos de la mujer como una revolucionaria social no como una víctima de las circustancias. Hablamos del camino histórico que han pasado las mujeres muchas veces excluidas, escrutadas, tratadas como locas o prostitutas por ser ellas mismas, libres y diferentes. Más allá de ser una critica, lo que pretendemos decir es que ahora vivimos una nueva época y que como mujeres tenemos la oportunidad y el derecho no solo de defendernos sino de aportar todos los mensajes positivos que vienen del cuerpo feminimo  como la comprensión, el afecto, la sensualidad..y todo lo que significa ser mujer y que puede ayudar mucho a crecer en  la sociedad en la que vivimos.

¿....y tus próximos proyectos y sueños pendientes?

Iria de modelo en un set fotográfico

Ahora nuestras ganas son las de continuar con la obra “Por las Diosas”. Estamos pendiente de respuesta
para diferentes espacios y ya tenemos confirmado dos fechas para otoño en Madrid. Aspiramos  mover  la obra lo más lejos posible con la justa ambición de llevarla, porque no, en Sud América.
A nivel personal también tengo ganas de hacer un cambio, de salir de Madrid y conocer lugares diferentes para ver como funciona el teatro y  como se desarrollan las actividades culturales en otras partes del mundo.


¿Te ha pasado nunca de ser censurada?
Si, pero cuando llega la censura significa que estás removiendo a la gente, que pasa algo y que estás tocando un tema que todavía no está resuelto porque hay miedo. La censura es un halago porque estamos yendo en el camino acertado. Para mi en el arte no debería de existir ningún tipo de censura. Como he dicho antes, no hay nada de malo en invitar a las personas a conmoverse y reflexionar. No hay que tener miedo de buscar la verdad y romper las reglas y las normas establecidas y tampoco errar porque  el primer paso para encontrar lo cierto es equivocarse y poco a poco cerrar con el pasado.

Iria en "La chispa de la vida", programa radio de Onda Verde

¿Qué le dirías a un@ joven que está empezando tu mismo camino en la interpretación?
Estas palabras se las podría decir a la hija de mi prima, Abril, que es muy joven y está empezando con el teatro. Le diría que lo más bonito que me ha pasado en la vida es tener un sueño y creer en algo. Cierto es, que no es un camino fácil, un sector donde es difícil tener una buena compensación económica y una comprensión social de lo que estás haciendo. Pero, al final la satisfacción es grande porque por una parte te estás involucrando contigo mismo creciendo ininterrumpidamente, poniendote continuamente  contras las cuerdas para superarte a ti mismo, por la otra te estás dando y entregando a los demás. Creo que el arte es un acto de amor por  uno mismo y por la humanidad.

Fabrizio Rosano

05/08/2014
Cala Sa Tuna, Costa Brava